viernes, 12 de agosto de 2011



Si estoy solo tú me acoges eres mi fiel compañía,
Me hablas sincera y me esperas cuando empieza el día.
Mi guía, mi faro de Alejandría, si me ves perdido
Te miro y elimino la tristeza en un suspiro.
Das sentido a mi existencia, tú, desobediencia,
Tú, sola presencia merece mi reverencia,
Tú, me diste un don, fuiste mi espada,
Siempre encerrada en tu prisión si la inspiración faltaba.
Desde la nada me abrazas, no prohíbes ni amenazas
Tan romántica y auténtica, tú nunca te disfrazas
Como un hada y un verdugo firme escudo en la batalla,
Tú, a quién acudo si otros fallan.
Me das retos, aventuras y responsabilidad,
Me das éxito y dinero me quitas la intimidad,
Me exiges crear, me haces temblar, soñar, me curas
Me eliges para hablar si las calles están mudas.
Me desnudas con ternura y siento tu tacto y tu olor,
Si te veo volar libre entre la voz de un cantautor
Eres Ópera y Flamenco, eres todo lo que tengo y te amo,
Mientras brotas entre las notas de un piano.
Y me desintegras pintando estas noches negras,
Me alegras, me invades, me evades, alejas las tinieblas
Y me resucitas siempre, nunca me mientes
Eres el recipiente donde lágrimas se vierten.
Eres Tango y eres ritmo vives en do, re, mi, fa
Impredecible compás cuando te vistes de Jazz,
Llegas y me das oxígeno, mi único somnífero
Si el mortífero estrés tensa mis músculos, discípulo
De tu inmensa maestría cuando no te conocía,
Como podía vivir sin percibir tu melodía
Fuiste mía y solo mía en mis horas de miseria,
Compones la banda sonora de esta tragicomedia.
Tú reina entre mil reyes, cumbre de mis valles,
Me levitas y así evitas que tanto odio me ametralle
Tú, si eres Hip Hop muestras denuncia y carisma,
Pero te vistes de clásica y sigues siendo la misma.
Eres tú, mi suerte, eres tú, tan fuerte, eres tú, tú, tan diferente
Surges y de repente la vida olvida a la muerte.
Imposible de tenerte si naces de un pentagrama,
Si el drama yace en mi cama me abres enormes ventanas,
Tu llama jamás se apaga, luz de eterna juventud
Cuando llores punteando una guitarra de Blues.
Eres tú, la rabia sucia y rasgada de Kurt Cobain
El compromiso sincero de Marvin Gaye,
La grandeza de John Coltrane improvisando con el saxo,
La mirada niñada en los ojos de Michael Jackson.
Y es que tu son me sedujo, tu luz me dejo perplejo y caí,
Reviví como el sol en forma de Soul y R&B
Bebí de ti el elixir y resistí los golpes,
Si fui torpe encontré por fin mi norte, mi soporte.
Entre acordes de Mark Knopfler redobles de Hancock Herbie,
De Vivaldi hasta Elvis, desde Verdi hasta Chuck Berry.
Inmortales piezas musicales hacen que el tiempo se pare,
Estallan como bombas provocando ondas letales
De esperanza, de aliento y vida, mi gran amiga
Solo tú haces eficaces todas las frases que diga,
Mi balanza, mi paz, mi druida, en la fatiga
Solo tú haces realidad los sueños que yo persiga.
Y es que sin ti no hay destino, solo piedra y mil caminos,
Sin ti, soy un mimo temblando en el camerino.
Pero tú acoges mis voces si me ves desorientado,
Y bailas conmigo un vals igual que dos enamorados.
Eres la llave inmortal que abre este mental presidio,
Desde “Tearz” Wu Tang Clan hasta el “Ojalá” de Silvio.
Envidio el poder que impones en canciones
Despiertas mis emociones, con creaciones de Ennio Morricone.
Sensaciones sin control cuando eres Rock n' Roll,
El erotismo de un bemol en la voz de Diana Krall
El solo de guitarra eléctrica que el silencio rompe,
La armónica que esconden las manos de Steve Wonder.
Te vi dónde todo acaba y nada se irá con Black Sabbath
Respiras vida con la calma que inspira Bob Dylan,
Oscilas y posees a James Brown mueves su cuerpo,
Junto a Freddy Mercury, Ray Charles jamás habrán muerto.
Y es cierto da igual que suenes con un arpa o un Akai,
Con la clase de Frank Sinatra o de Barry White.
Eres la métrica enigmática que envuelve mi ser y lo salva,
El idioma con el que los dioses hablan, eres música.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Paraíso.


Imagina que estás durante el crepúsculo en un bosque, oscuro y a la vez, hermoso.
Está lloviendo, tus pies se hunden en el barro que se ha ido formando poco a poco.
Estás empapada, cansada y con hambre, pero no quieres abandonar ese precioso, sombrío lugar por el que caminas ¿Quién sabe lo que te espera al final del camino?
Sientes alguna que otra mirada furtiva en la nuca. Curiosos te espían entre las sombras, espectros abandonados a su suerte. Les invitas a que vengan a bailar contigo bajo el agua, ellos se limitan a observarte.
No estás asustada, no te preocupa el peligro.
Notas que la vegetación disminuye progresivamente hasta que llegas a las fronteras del bosque.
En tu locura, te giras...
Descubres que un lobo te ha estado siguiendo silenciosamente durante el camino. Se acerca lentamente hasta donde te encuentras mientras fija sus ojos en los tuyos.
Sin apartar la mirada se coloca a tu lado, como perro guardián que espera las órdenes de su amo. Apartas la vista hacia el frente y observas la fortaleza que se alza ante ti.
El castillo más hermoso que jamás has visto está ahora ante tus ojos, tus miedos y sueños se encuentran en su interior, esperando a que te enfrentes a ellos ¿ te atreves a entrar ?
Dudas, pero abres el portón. Tu nuevo fiel amigo te sigue.
La puerta se cierra detrás tuya con un casi imperceptible chirrido. Intercambias una mirada con el lobo y comienzas a andar...
El interior es tan impresionante como el exterior. Arcos góticos se alzan sobre tu cabeza recordando viejos tiempos gloriosos. Las estatuas...
Te llama una especialmente la atención. Es de piedra gris; representa a una joven de pie, cabizbaja, a la que se le resbala de entre los dedos una rosa.
Ha perdido su inocencia.
A tu derecha e izquierda hay dos puertas de gruesa madera pero decides seguir recto, para subir las grandes escaleras de mármol que llevan a las habitaciones. Siguiendo el pasillo el lobo te adelanta y se coloca delante de una puerta con grabados que representan el bosque y las criaturas que habitan en él, algunas hermosas y otras horrendas.
Te mira, le miras, entras.
En medio de la habitación se alza una cama con un ventanal como cabezal. Las sábanas están bordadas con hilo fino de seda roja y negra. Hay un armario a tu derecha a juego con los colores de la cama y el resto de a decoración. Lo abres y encuentras un precioso vestido largo de color blanco con perlas adornando el escote, te lo pones y te observas en el espejo. Tus ropas sucias y mojadas descansan sobre la cama. Abres los cajones del tocador , hay un peine y orquillas con perlas a juego con el vestido.
Estás lista.
Antes de volver a salir diriges una última mirada hacia la lluvia que cae en el exterior.
Ya es de noche, la luz mortecina que emana la luna alumbra tus preciosos rasgos.
Dos gárgolas cuidarán esta noche de ti.
Bajas al salón, la fiesta ya ha empezado.
En medio de éste se encuentra tu mayor temor, tu compañero gruñe, sabe que estás en peligro, pero no tienes miedo, puede que no pase nada , o que pase todo.
Él da un paso hacia delante, es una invitación para empezar. Te acercas poco a poco, muy lentamente... Fijas los ojos sobre él, le miras de arriba a bajo: lleva un traje negro victoriano, zapatos del mismo color..., está muy , demasiado guapo..
Aparta la mirada, no caigas en su embrujo, vuelvete hacia él.
-Acércate.- dice.
Te acercas. ¿Pero qué haces?, ¿no sabes que si lo haces no volverás?
Pero no te importa, porque estarás con él durante toda la eternidad. En un baile de sombras...

Neptuno


Cuando el rojo otoño
se anuda en mi pupila,
y el tibio sol se repele
en el aliento frío
de la fuente que es mi boca,
y se trastoca en ese vaho
que sobre el vidrio de la ventana de la noche
escribe su nombre
.No son lágrimas las que de blanco
cubren los techos de los recuerdos,
no son lágrimas,
las que se congelan
bajo la lluvia de suspiros,
son bengalas que alumbran,
la soledad de este camino.
Si sus manos no temblaran
para dibujar en la noche,
los bordes de este amor,
si tan sólo pudiera deshojar
estrellas rutilantes y ardientes…
y lejanas.
Si tan sólo…
entonces,
hallaría la fuerza
para gritar a los montes
que las noches se han quedado
solas y sin sombras,
con la luna trastocada en un nuevo sol…
Si tan sólo…
los sueños fueran prohibidos
las lágrimas serían los diamantes
con que orlaría mi frente,
y el frío
el aliento con que una y otra vez
pronunciaría su nombre
Si tan sólo…
Los ecos de los abismos callaran su voz,
mi voz sería el trino de las aves,
que en su canción cuentan
cuánto le amo…
si tan sólo…